Gimnasio metafísico/Metaphysical gymnasium
En esta exposición, se encuentran muchas voces, se mezclan tradiciones sin mayor distinción o jerarquización de las mismas, Elisa Pinto logra interactuar con diferentes maneras de acercarse al cuidado del espíritu, a la búsqueda de otros estados del ser y de la materia a través de la práctica creativa. La artista nos invita a adentrarnos en un espacio en el que formas familiares se transforman: en sus esculturas reconocemos elementos propios del culto o del cuidado del cuerpo, luego vemos como la introducción de pequeños detalles van transformando esta familiaridad en extrañeza, llevándonos del ejercicio físico al ejercicio espiritual. La exposición nos invita a adentrarnos en un mundo de símbolos, parece que susurrara secretos a través de los mismos. Se trata de una cuidadosa exploración desde la gráfica y la materia que convoca al espectador a adentrarse en un lugar que se encuentra adyacente a la racionalidad occidental. Un espacio lleno de objetos que mezclan doctrinas filosóficas, espirituales y esotéricas para explorar nuevas formas de la experiencia espiritual.
Uno de los insumos a los que Elisa acude para la producción de la muestra es al pensamiento hermético, en particular a los ocho principios metafísicos consignados en la Tabla Esmeralda (Tabula Máxima Hiperbórea): el amor, la vida, la verdad, la inteligencia, el espíritu, la unidad, el principio, la eternidad; de ahí surgen los símbolos que crean las piezas gráficas que acompañan la exposición; estos gráficos son como un mapa de ruta para la creación de pequeños rituales mágicos que se comparten en una publicación creada para la muestra. La tabla esmeralda reúne los principios a partir de los cuales se derivan prácticas oraculares como el tarot, pero también se cree que contiene la clave para la creación de la piedra filosofal, la búsqueda por excelencia de la alquimia.
La alquimia se puede entender como un pensamiento filosófico activo que piensa sobre las cosas a través del proceso de transformarlas; el arte es también una manera de pensamiento que opera a través de la transformación de la materia, del juego con diferentes elementos para que del caos pueda emerger una idea, un concepto, una imagen. Durante el proceso de conceptualización de “Gimnasio Metafísico”, Elisa integró a su método de producción y creación la consulta de diferentes oráculos, no entendidos como formas de adivinación, sino más bien como herramientas para acceder a voluntades ajenas a su propio ego. Así recurre, por ejemplo, tanto al péndulo adivinatorio como a inteligencias artificiales para tomar decisiones sobre la configuración estética de sus obras. Hay
dentro de esta manera de operar algo que es profundo, tanto desde el pensamiento como desde la desarticulación del proceso racional e individualista asociado al acto creativo en las prácticas contemporáneas; es un esfuerzo de síntesis en el que coexiste tanto el ensamblaje material de elementos disímiles como el collage conceptual de diferentes tradiciones prácticas y de pensamiento que exploran la trascendencia.
Las tres esculturas, piezas centrales de la exposición, son reinterpretaciones de las Tara Blanca, la Tara Amarilla y la Tara verde, manifestaciones de una deidad budista femenina que encarna la transformación y que personifica la empatía hacia un mundo que sufre. El gesto, al mismo tiempo urgente y divertido, de convertirlas en estos objetos que aluden a máquinas de gimnasio, es una exhortación a que recordemos que nuestro ser espiritual está a la espera de un retorno al juego y a la práctica cotidiana y cándida de la comunicación con un mundo más que material.
In this exhibition, there are many voices, traditions are mixed without distinction or hierarchy, Elisa Pinto manages to interact with different ways of approaching the care of the spirit, the search for other states of being and matter through her creative practice. The artist invites us to enter a space in which familiar forms are transformed: in her sculptures we recognize elements of worship or body care, then we see how the introduction of small details transforms this familiarity into strangeness, taking us away from physical exercise to spiritual exercise. The exhibition invites us to enter a world of symbols, it seems that it whispers secrets through them. It is a careful exploration based on graphics and matter that summons the viewer to delve into a place that is adjacent to Western rationality. A space full of objects that mix philosophical, spiritual and esoteric doctrines to explore new forms of the spiritual experience.
One of the inputs that Elisa turns to for the production of the show is hermetic thought, particularly the eight metaphysical principles consigned in the Emerald Tablet: love, life, truth, intelligence, the spirit, unity, beginning, eternity; from there arise the symbols that create the graphic pieces that accompany the exhibition; these graphics are like a road map for the creation of small magical rituals that are shared in a publication created for the show. The Emerald Tablet brings together the principles from which oracular practices such as the tarot are derived, but it is also believed to contain the key to the creation of the philosopher’s stone, the quintessential search of alchemy.
Alchemy can be understood as active philosophical thinking that thinks about things through the process of transforming them; art is also a way of thinking that operates through the transformation of matter, the play with different elements so that an idea, a concept, an image can emerge from chaos. During the conceptualization process of “Metaphysical Gymasium”, Elisa integrated into the method of production and creation, the consultation of different oracles, not understood as forms of divination, but rather as tools to access wills foreign to one’s own ego. Thus, she uses, for example, both the guessing pendulum and artificial intelligence to make decisions about the aesthetic configuration of her works. There is in this way of operating something that is profound, both as thought and as a disarticulation of the rational and individualistic process associated with the creative act in contemporary practices; it is an effort of synthesis in which both the material assemblage of dissimilar elements, and the conceptual collage of different practices and thought traditions that explore transcendence coexist.
The three sculptures, central pieces of the exhibition, are reinterpretations of the White Tara, the Yellow Tara and the Green Tara, manifestations of a female Buddhist deity who embodies transformation and personifies empathy towards a suffering world. The gesture, urgent and fun at the same time, of turning them into these objects that allude to gym machines, is an exhortation to remember that our spiritual being is waiting for a return to playfulness, and to the daily and candid practice of communication with a more than material world.
Xilografias y litografias, 90 x 60cm. Collage: litografia sobre papel. Esculturas: Tara amarilla, Tubo de metal, pintura automotriz, latón, madera, mano de resina, pelo sintético, vela y cera de abeja, 200 x 148 x 100 cm. Tara blanca, Tubo de metal, cromado, pinturta automotriz, trompetas de latón, cera de abeja, ojos de vidrio y totumos, 215 x 80 x 53 cm. Tara azul, Tubo de metal, pintura automotriz, latón, minerales (cuarzo blanco, labradorita, diamantina), espejo, pelo sintético y jarra de latón, 205 x 142 x 74 cm. Cuerda, latón, piedra mineral selenita naranja, 220 x 3 x 3 cm. Anillos uróboro, Resina, cuerda plana, 18 x 18 x 3 cm. Mancuernas, Tubo de cobre, piedras minerales y cera de abeja 35 x 12 x 12 cm. Escalera, Tubo de cobre, cordino, 400 x 30 x 2 cm. Laberintos sobre piso de cinta de cobre, medidas variables. 2023